Quiero vivir para siempre
La vida eterna, vencer a la muerte… el gran anhelo del ser humano. La cuestión resulta complicada pero no imposible. ¿Es posible la vida sin la muerte?, ¿hasta dónde seremos capaces de llegar los seres humanos para evitarla?, y si lo conseguimos a base de farmacología, ¿estaremos interviniendo en el futuro divino?. Según el gerontólogo Aubrey de Grey, Morir no es una maldición ni el designio de un dios iracundo, tan solo es una cuestión de ingeniería. Así que entendiendo esa ingeniería, podremos revertir o prevenir los procesos que causan el envejecimiento y la muerte, lo que él denomina senescencia negligible ingenerializada. El filósofo Peter Singer nos propone una interesante pregunta, lo que entiende como cuestión ética central: si la población puede llegar a vivir cientos de años: “¿es preferible tener menor cantidad de personas viviendo más tiempo, o mayor cantidad de personas viviendo menos tiempo?”. El proceso de la vida es simple, dejamos espacio a los que vienen tras nosotros para garantizar el futuro de la especie.
Pero la eternidad no garantiza la vida como la concebimos los mortales. La ausencia de la muerte determinaría la ausencia de riesgo, por lo que nos volveríamos esclavos de nuestra propia inmortalidad. Las enfermedades serían otras, como el hastío de vivir, el cansancio mental, la incapacidad de continuar.
En Nuestra actitud ante la muerte, Freud decía: “La vida se empobrece, pierde interés, cuando la máxima apuesta en el juego de la vida, que es la vida misma, no puede arriesgarse. Se vuelve tan insípida e insustancial como un flirt norteamericano, en que de antemano se ha establecido que nada puede suceder. Nuestros vínculos afectivos, la insoportable intensidad de nuestro duelo, hacen que nos abstengamos de buscar peligros para nosotros y para los nuestros. No osamos considerar cierto número de empresas que son peligrosas pero en verdad indispensables”. Y citaba a Hansa: “Navegar es necesario, vivir no lo es”.
Una de las definiciones más aceptadas de vida es la que desarrolló el biólogo chileno Humberto Maturana: Autopoiesis. Un organismo vivo es aquel que está constantemente intercambiando energía y materia con el medio para conservar su estructura interna. Todo ser vivo pretende seguir siendo esa estructura, esa forma que lo identifica como organismo. Pero, ¿Merece la pena una vida sin muerte?, ¿cómo enfrentarnos a una vida insatisfactoria en lo espiritual?, ¿en lo mental?. Esta serie pretende ser una reflexión sobre la búsqueda de la verdad del ser humano, sobre el tiempo, sobre el cambio, sobre la finitud de las cosas. La muerte no es nuestra enemiga, es el aliado perfecto para mejorar nuestra especie y continuar el proceso evolutivo.
Alberto Ros
Eternal life, defeating death… the great desire of human beings. The question is complicated but not impossible. Is life possible without death? How far will human beings be able to go to avoid it? And if we achieve it through pharmacology, will we be intervening in the divine future? According to gerontologist Aubrey de Grey, Dying is not a curse or the design of an angry god, it is just a matter of engineering. So by understanding that engineering, we can reverse or prevent the processes that cause aging and death, what he calls genericized negligible senescence. The philosopher Peter Singer proposes an interesting question, which he understands as a central ethical question: if the population can live hundreds of years: «Is it preferable to have a smaller number of people living longer, or a larger number of people living a shorter time?» ?” The process of life is simple, we leave room for those who come after us to guarantee the future of the species.
But eternity does not guarantee life as we mortals conceive it. The absence of death would determine the absence of risk, so we would become slaves to our own immortality. The illnesses would be other, such as boredom with living, mental fatigue, the inability to continue.
In Our Attitude to Death, Freud said: “Life becomes impoverished, loses interest, when the highest stake in the game of life, which is life itself, cannot be risked. It becomes as insipid and insubstantial as an American flirt, in which it has been established beforehand that nothing can happen. Our emotional ties, the unbearable intensity of our grief, make us refrain from seeking danger for ourselves and our loved ones. «We do not dare to consider a certain number of companies that are dangerous but truly indispensable.» And he quoted Hansa: “Sailing is necessary, living is not.”
One of the most accepted definitions of life is the one developed by the Chilean biologist Humberto Maturana: Autopoiesis. A living organism is one that is constantly exchanging energy and matter with the environment to preserve its internal structure. Every living being aims to continue being that structure, that form that identifies it as an organism. But, is a life without death worth it? How can we face an unsatisfactory life spiritually? Mentally? This series aims to be a reflection on the human being’s search for truth, on time, on change, on the finitude of things. Death is not our enemy, it is the perfect ally to improve our species and continue the evolutionary process.
Alberto Ros
Quiero vivir para siempre, 2023
Caja de luz. Blisters / Lightbox. Blisters
Quiero vivir para siempre II, 2023
Caja de luz. Blisters / Lightbox. Blisters