MAROC, UN TEMPS SUSPENDU

FLORE

16.11.2024 – 11.01.2025

En los años setenta, el padre de FLORE abandonó inopinadamente a su madre en el puerto de Tánger. La discusión fue breve, sin arrebatos, la decisión, repentina. Ella, la pintora Olga Jimeno, decidió quedarse en Tánger y, lo que en un principio iba a ser un viaje de verano se convirtió en un road trip de varios meses.

Realizada en 2019, poco después de la muerte de su madre, la serie supone un homenaje agridulce a su memoria. La artista nos susurra que el tiempo se escapa, que los recuerdos se desvanecen y que los que amamos mueren. A través de instantáneas inicialmente obtenidas en Polaroid, FLORE transporta las imágenes a un papel artesanal japonés añadiendo posteriormente pigmentos de nácar. Obtiene así unas obras que parecen haber sido tomadas en aquellos años setenta que son el verdadero origen de esta serie.

“A veces sólo quedan fotografías para recordarnos la poesía de los días felices.”

Une femme française en orient

En esta serie FLORE nos ofrece una visión de Oriente, a caballo entre la imaginación y la realidad, entre la intimidad y la ilusión. Nostálgica de un tiempo en que el lento viaje al misterioso Oriente resultaba iniciático y, a su vez, sinónimo de aventura, esta serie es el resultado de sus varias estancias por la cuenca mediterránea (Egipto, Siria, Turquía, Marruecos, Andalucía, Túnez).

Es una invitación al viaje que la artista nos ofrece en la más pura tradición orientalista, imágenes de ensueño que la modernidad todavía no es capaz alterar.

De Saidec a Saigón

FLORE persigue sueños ocultos tras la realidad, logrando que el pasado nos hable envuelto en las sombras y reflejos del presente.  Ante su objetivo, el tiempo se desliza con lentitud. De su cuerpo a cuerpo con el mundo extrae instantes mágicos: una silueta atemporal que se pierde en un callejón en calma, el reflejo de la luz en el desierto…. A raíz de un largo viaje que la llevó de Saïgon a Sadec, de los ríos del Mékong a los arrozales del sur de la Cochinchina, surgió la colección de imágenes que presentamos, algunas de las cuales recrean la juventud en Indochina de Marguerite Duras. El enmarcado con hilo de plomo y cristal museo es también una realización artesanal de la fotógrafa de origen español, que vive y trabaja en París.

Maroc, un temps suspendu

In the 1970s, FLORE’s father unexpectedly abandoned her mother in the port of Tangiers. The discussion was brief, without outbursts, the decision, sudden. She, the painter Olga Jimeno, decided to stay in Tangiers, and what was originally intended to be a summer trip turned into a road trip lasting several months.

Made in 2019, shortly after the death of her mother, the series is a bittersweet tribute to her memory. The artist whispers to us that time slips away, memories fade and those we love die.

 Through snapshots initially taken on Polaroid, FLORE transports the images to Japanese handmade paper, later adding mother-of-pearl pigments. In this way she obtains works that seem to have been taken in those seventies that are the true origin of this series.

“Sometimes only photographs remain to bring back the poetry of happy days”

UNE FEMME FRANÇAISE EN ORIENT

In this series FLORE offers us a vision of the Orient, somewhere between imagination and reality, between intimacy and illusion. Nostalgic for a time when the slow journey to the mysterious East was initiatory and, at the same time, synonymous with adventure, this series is the result of her various stays in the Mediterranean basin (Egypt, Syria, Turkey, Morocco, Andalusia, Tunisia).

It is an invitation to travel that the artist offers us in the purest Orientalist tradition, dreamlike images that modernity is not yet capable of altering.

De Saidec a Saigón

FLORE pursues dreams hidden behind reality, making the past speak to us wrapped in the shadows and reflections of the present. Before her camera, time slides slowly. From her tête a tête to the world she extracts magical moments: a timeless silhouette that is lost in a calm alley, the reflection of the light in the desert…. Following a long journey that took her from Saïgon to Sadec, from the rivers of the Mékong to the rice fields of southern Cochinchina, the collection of images that we present, some of which recreate the youth in Indochina of Marguerite Duras, emerged. The framed with lead wire and museum glass is also a handmade realization of the photographer of Spanish origin, who lives and works in Paris.

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