Canto de Quetzal
El mundo onírico enriquece nuestra imaginación. Tiene la capacidad de generar momentos de ensoñación, de profundo contacto con aspectos de la vida que permanecen invisibles. El canto de un ave, algo profundamente efímero, es parte de él; deja en quien lo escucha una huella poética, es alimento para nuestro espíritu, un consuelo, ya que es símbolo de vida, de libertad y de gozo. El quetzal, un ave que habita en mi país, Guatemala; ha sido considerado desde los antiguos mexicas y mayas como un dios del aire y un símbolo de bondad y luz. Es un ave venerada por su relación con la cosmogonía maya por su estrecha relación con el ritual de la primavera; su nombre tiene un significado ligado con lo sagrado y lo precioso.
Pienso que darle cuerpo al canto de un ave es en realidad un gesto poético. Es lo que intento con esta obra. Hacer del sonido del canto de un quetzal una escultura que represente esas vibraciones que nos estimulan y nos conectan con un mundo mitológico, con la naturaleza del ensueño, con la vida como un canto.
Luis González Palma
I think that giving body to the song of a bird is really a poetic gesture. That is what I am trying to do with this work. To make the sound of a quetzal’s song into a sculpture that represents those vibrations that stimulate us and connect us with a mythological world, with the nature of dreams, with life as a song.
Luis González Palma